Con ganas de escribir, sin nada que decir
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Jugando al Seven Wonders - Victoria de Miky con el Manneken Pis

Hace unos días Lone me mandaba una reply en la que me decía que escribir es una de las mejores (si no la mejor) formas de desahogo. La realidad es que llevo unos días con ganas de escribir, así que no tengo muy claro si hay algo dentro que me está llamando la atención. Supongo que algo habrá mal colocado por ahí dentro.

Cuando empecé a escribir esto la idea era poner cosas que hacía. Pero en este caso, este fin de semana había decidido tomármelo de descanso y relax. Febrero fue muy movido, pero abril y mayo ya tienen pinta de ser muy movidos (Granada, Huesca, Cerdeña, Sonisphere, Montmeló, …). Supongo que un fin de semana en casa también va a ser digno de destacar. Y me está sirviendo para parar máquinas. Porque una cosa es sentirlo y escribirlo, y otra cosa muy diferente es hacerlo.

Escuchar música, echarte una buena siesta, pensar un rato mientras miras hipnotizado el “popopop” de la cazuela del arroz. Todo eso tiene cabida. Espero que las reflexiones vengan ahora en una pequeña caminata que voy a hacer, pero así ya me voy preparando el camino. Por mucho que haya intentado cambiar mi rutina, mi forma de pensar y la de actuar (lo intento, palabrita), sigo con la sensación de que algo anda todavía desencaminado.

El otro día dándole con el Sr. F a los juegos de mesa le comentaba que hay ciertos tipos de juegos que no me gustan demasiado porque hay que “pensar mucho”. Disfruto jugando con la intuición, dándome cuenta de mis errores y no pensando demasiado. En cierto modo, vivo de forma similar; y no sé si la estrategia es acertada. Ese “Let This River Flow” muchas veces se opone totalmente a pensamientos de cambio y/o mejora, se opone al rigor personal. Se opone a las prisas por mejorar.

Esta semana ha sido genial en el curro, pero he tenido la primera “cosa que no me ha gustado”. Una tontería (o no) muy aislada, que desde luego se queda detrás del buen feeling que he tenido esta semana en el curro (una de las mejores). Normalmente me “la habría traído al pairo”, pero en mi intención de aprender a organizar o comprender lo que pasa por ahí dentro, le he dado más importancia de la que acostumbraba. Y no sé si realmente es bueno.

Lo mismo ocurre en otros ambitos (decepciones personales, falsas esperanzas, amistades). Cosas que antes pasaban “desapercibidas”, ahora duelen un poquito/bastante más al intentarlas analizar. Supongo que es parte de lo que quiero, pero desde mi ignorancia no tenía conciencia de que iba a ser así :) El conocimiento siempre es positivo, y si es de uno mismo, mucho más. Está ahí, lo quieras o no, así que mejor saberlo. Con eso de la transparencia, mejor ser transparente primero con uno mismo, e intentar no auto-engañarse.

Siempre ha sido el fútbol, ahora lo es la política y las decisiones sociales. Como se dice: “el opio del pueblo”. Las conversaciones dejan de tener interés cuando se convierten “si no estás conmigo, estás contra mí”. Sigo pensando que los medios de comunicación son el problema… pero al final la conclusión es la misma, el problema son las personas. Y eso sólo se puede cambiar si ellas mismas quieren. Mientras tanto: Let This River Flow.