Día 42: Descontando las horas...
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Penúltimo día de periplo por estas tierras (no conté el primero, ni contaré el último). Se me dan mal las mates, pero si 7 * 6 = 42 eso significa que llevo 6 semanas danzando por estas tierras. Uno de los pensamientos que ha rozado mi cabeza estos días es la sensación de “no haber tenido vacaciones”. Ya sea por la dureza (por decirlo de alguna manera, aunque tal vez fuera mejor llamarlo exigencia) o porque no ha sido como “un verano normal”, el lunes iré a trabajar sin haber tenido esa sensación de vacaciones (esos tres días de julio quedan ya muy alejados en mi cabeza).

Incluso hoy me he dignado a pensar en la millonada de cosas que me esperan cuando vuelva al trabajo. Lidiar con personas, con proyectos que quiero sacar adelante este año. Pensar en algunos cambios que pretendo tomar en cuanto a mi forma de actuar y el reparto de esfuerzos… La verdad es que esos temas son más peliagudos y por ahora me he atrevido sólo a rozarlos alguna que otra vez con “mis pensamientos”. Mucho más a fondo me he metido con una idea que rondaba mi perola para la asignatura de TIC de este año. A día de hoy me siento con fuerzas de hacer algo diferente, algo que realmente pueda ser constructivo, algo que se acerque un poco más a mi modo de ver la educación. Hoy le he dedicado una de esas “medias horas de pensamiento intensivo” que cuando soy capaz de sacarlas suele ser el principio de algo muy bueno (aunque a veces sólo quede en un esquema, el esquema es cojonudo). Esta vez le voy a dar forma a esa idea. Ni siquiera tengo muy claro qué alumnos voy a tener, pero no me importa, siempre he creído que la parte motivacional está mucho más en el tejado del profesor que en la del alumno…. así que a por ello.

Bueno, a lo que iba, a contar lo que había hecho hoy. Hoy he salido de “casa” sin un plan realmente claro, pero con una idea. Y casi siempre que salgo así, el día acaba bien. Buscarme cosas diferentes para la mañana y la tarde suele funcionar bastante bien, y hoy he vuelto con la sensación de haber tenido un buen día (tal vez por eso ha salido esa “media hora intensiva”). Por la mañana me he ido andando por la zona de Covent Garden, Soho, Oxford Road, Picadilly Circus y alrededores. La idea era ir un poco de compras y visitar “tiendas frikis”. Lo primero ha funcionado bien (ya tenía alguna cosilla mirada) y lo segundo ha sido espectacular. Mención especial para la tienda “Forbidden Planet”, enorme, con un montón de cosas, incluso me han entrado ganas de comprarme cómics… ¡genial! No había andado mucho por el Soho, ni por el día por Chinatown y la verdad es que me han encantado ambos. Muy alternativos, muy movidos, con mucha comida que le da un olor peculiar y con muchas cosas que mirar. Genial. Pensaba haberme vuelto sin apenas recuerdos o compras, pero la verdad es que poco a poco, en la última semana sobre todo, estoy tirando la casa por la ventana y comprando cosicas que me parecen chulas (tanto para mí, y esto me sorprende, como para alguna que otra personilla).

Por la tarde me he cogido un metro y me he ido hasta Richmond Park (recomendación del Sr. S para andar y demás). La verdad es que ha sido una palicilla de andar aunque tampoco quería exprimirme mucho más. He recordado que me había dicho que al estar cerca de Heathrow se veían los aviones y he buscado un sitio ahí, en mitad de la nada donde poder verlos y quedarme un rato a leer. El parque es grande, con mucha gente en bici, gente corriendo y otros paseando; y es bastante despejado ya que me lo esperaba como “muy frondoso”, hay zonas más “boscosas”, pero la verdad es que se pueden disfrutar las praderillas que hay por ahí. Me he sentado-tumbado en un banco en mitad de la nada con la única compañía de un cuervo (Winter is coming!!) a leer, con mis auriculares nuevos (los anteriores fallecieron y los de Apple son una patata). Hoy ha tocado la extraña combinación de Danza de Dragones con Soilwork y The Unguided (el primero por fin me empieza a gustar, pero hasta este último disco no le pillaba el punto; y el último viene de los restos de Sonic Syndicate, así que no puede ser mala la cosa).

Por cierto que ayer leía por Twitter que la gente de Avalanch por fin se habían disuelto… Así que otra de esas bandas de mi juventud a tomar por saco, además esta tenía un regusto especial a calidad y no me disgustaba lo último que sacaba (excepto lo último-último, no me acuerdo del nombre). Parece mentira, pero los años pasan y estas pequeñas cosas te lo recuerdan. Si por aquel entonces Tierra Santa, Avalanch, Saratoga o Ankhara eran “lo más”, hoy en día no tengo muy claro si alguna sigue en pie (se hablaban de que TS habían vuelto y que Ankhara lo iban a hacer… a buenas horas :P). Siempre quedará Mägo… digo… hace mucho tiempo que dejó de contar.

Por cierto, que mañana seguramente me aventure en autobús a Stonehenge. Si no fui cuando estuve en Oxford (por el tema del tour de Tolkien), mañana es mi última oportunidad. Me planteaba ir a Warwick, acercarme a Heathrow, un último paseo por London, … pero creo que pese a tener claro que va a defraudar, Stonehenge es lo que quiero ir a ver. Pensaba hacerlo con un viaje organizado, pero bueno, me voy a la aventura en mi último día, un poco como siempre, llegar a la estación, preguntar, llegar al sitio, preguntar, disfrutar y volverme ;-)

Por cierto, mañana última noche, a ver qué se lía por aquí.

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