Día 19: El Lago Ness y vuelta a Edimburgo
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Hoy ha sido uno de esos días de revelación. Le empiezo a coger gustillo a eso de fijarme cuando un pensamiento me viene a la cabeza y darme cuenta de que, en cierta manera, es revelador. Me resulta bastante difícil de explicar con palabras, pero creo que paso a paso, cada día estoy siendo un poquito más saludable emocionalmente hablando. Esta mañana me ha dado pena dejar el hostal en que nos alojábamos en el tour por las Highlands. Creo que me saltaré los detalles (porque para explicarlo tendría que ser demasiado personal, y creo que no es el lugar) pero me he dado cuenta de que aunque en mi cabeza está la palabra flexibilidad… no lo soy tanto.

Hay un montón de cosas (valores/creencias?) que son difíciles de identificar y que coartan la capacidad de tomar una decisión en un momento dado. El valor que se le da a aprovechar algo que te ha costado dinero, la lealtad hacia un grupo, o incluso a una idea. Según me alejaba del hostal me he dado cuenta de que yo no había tomado esa decisión, la habían tomado todas esas capas que, supongo, conforman en cierta manera mi personalidad. Y aunque en cierto modo estaba triste por marcharme, lo he estado mucho más al darme cuenta de la realidad. Esas cosas duelen mucho más cuando las descubres en uno mismo, que cuando las ves en los demás…

Pero la tristeza ha desaparecido cuando nos hemos puesto en marcha (mentira) y hemos ido al Lago Ness. Una vueltecita en barca, un vistazo al castillo y de nuevo unas vistas espectaculares. Eso sí, lo mejor la charla con el patrón del barco, menudas risas (otra vez, la verdad es que de nuevo he cogido ese rol de “graciosillo” del que, en cierta manera quería huir, pero ha estado bien… muy bien).

Después ha empezado la paliza de bus. La verdad es que del viaje de 3 días, el de ayer fue espectacular, pero el primero y el último (lógicamente) han sido bastante bus-palizas. Paradas técnicas rápidas y mucho autobús. Pero al llegar a Edimburgo todavía había mucho que hacer, ya que me habían recomendado unos tours por el “Edimburgo más oscuro”. Primero un tour guiado y teatralizado por la zona centro, muy divertido y curioso. Y después una visita al Real King Mary’s Close (creo que se llama así) que son callejones y casas que se conservan desde hace 400 años como cimientos de un nuevo edificio que se ha levantado. La verdad es que la visita es tenebrosa y muy curiosa. Es muy divertido ver cómo era la vida. En muchas ciudades te lo puedes imaginar. Ahí casi lo puedes sentir. Sobrecogedor. Lo de la médium y los muñecos para el fantasma de la chica… pues bueno, curioso.

Casi me ha dado más cosica estar en el campo de la batalla de (ver nombre en la foto, porque se acuerda el gato), cerca de Inverness (que suena a Invernalia al 100%, Winter is coming!!). Está bastante bien montado, porque puedes ver toda la explanada, puedes ver las posiciones iniciales de los ejércitos y casi puedes imaginar los movimientos de las tropas y como acabaron masacrados los escoceses… y para terminar tienes las piedras en modo de memoriales de los diferentes clanes. El problema, el de siempre, ir apurado de tiempo. En este aspecto el tour ha sido un poco “apresurado”, pero claro, mucho que ver en poco tiempo… entendible.

¿Mañana? Pues bueno, ya he tenido suerte con dormir hoy caliente… Mi intención mañana es, si el tiempo sigue como hoy, gastarme dos libras en dejar la mochila en el hostal (ladrones!!) y quitarme de encima esa espinita clavada de subir al Arthur’s Seat. No tengo mapa, no tengo ni idea de cómo llegar, pero bueno, parece que es asequible, no será mayor problema (espero). Después rumbo a Manchester con el Sr. A. donde tras un día de descanso (o esa idea llevo, ya se verá) empezará la aventura de Irlanda.

A día de hoy el mayor problema (a parte de las revelaciones) es la ausencia de camisetas de manga corta limpias y la falta de liquidez en libras (todo este viaje ha habido que ir pagando en metálico… cachis la mar). Ambas dos cosas espero arreglarlas en Manchester pasado mañana… mañana, pues si hace buen tiempo… a sacarle uso a esa camiseta que casi está sin tocar. Y el viernes mientras se lava la ropa, pues ya veré… en gallumbos está bien la cosa :)

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