Día 24: Primer día en coche con final espectacular
Miguel Julián
por Miguel Julián
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Hoy ha sido uno de los días más largos de todo el viaje. Uno de estos que al final sólo deseas una ducha y una cama. Bueno, pues lo primero ya ha llegado y lo segundo espero que esté pronto en camino. El listón del día de hoy ha acabado muy-muy alto. A ver cómo narices lo vamos a superar, pero está claro que lo haremos. No obstante ya estoy en la cuenta atrás… Si hace unos días me sonreía al ver que una amiga pasaba el ecuador de su viaje, ahora me toca darme cuenta de que realmente, si todo va en esta línea, hace ya un par de días que crucé mi ecuador.

Hoy nos hemos levantado prontito y, después de dormir como troncos porque estábamos solos en la habitación, hemos ido a desayunar. Lo que venía después ya ha sido un no acabar. Ir al local ese para alquilar el coche, esperar un buen rato… Y una vez dentro bendecir al GPS… maravilloso si lo que quieres es que tu viaje “te cunda”. Creo que le quita cierta magia “al viajar”, pero por contra te permite disfrutar de un montón de rincones y experiencias. Así que por la mañana tocaba salir de Dublín, y casi sin darnos cuenta ya estábamos en nuestro primer destino: Trim. Según la web de turismo de Irlanda estaba el primero entre los destacados, cómo íbamos a pasarlo por alto (me ha gustado el hecho de beber de varias fuentes para preparar cosillas del viaje). Aunque en este en concreto, el libro (sí, ya lo sé, papel) de la Lonely Planet de Irlanda está ayudando bastante.

Trim con un castillo espectacular ha sido la primera parada. Pero después han vendido más, la segunda ha sido la Colina de Tara, donde había enterramientos antiguos, un sitio muy apreciado por los irlandeses (tal vez también porque St Patrick pasó por allí. Después ya era el momento de Bruna Na Boine (o similar), unas tumbas neolíticas impresionantes… No te dejaban entrar dentro, pero la sensación de estar ahí, de pie delante de esas “setas” era sobrecogedora.

La guinda del pastel ha sido cuando hemos llegado a la Calzada de los Gigantes. En las fotos que ya había visto tenía dos opiniones: que estaba muy bien y que era decepcionante. Y cuando hemos llegado allí ha sido una mezcla de los dos. Primero parece poca cosa, pero luego empiezas a andar por las rocas, a adentrarte en el mar, a escuchar las olas, a mirar a tu alrededor y realmente te das cuenta del lugar tan especial en el que te encuentras. Y como colofón, después de unos pequeños contratiempos (más o menos divertidos) hemos visto un atardecer precioso en esa costa norte de Irlanda. Una imagen que nos ha dejado callado durante un rato, cada uno en nuestros propios momentos. Precioso. Creo que uno de esos momentos que no se olvidan; porque cuando algo te cuesta mucho… Al final acabas disfrutándolo mucho más. Está siendo una constante de este viaje. Cuando algo te cuesta, cuando algo te sorprende, cuando algo consigue callar esas voces internas… Entonces todo parece en orden, todo parece perfecto. Son esos momentos en los que te das cuenta y disfrutas de los logros de este viaje.

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